
Dormiremos una hora más, pero con la llegada del anochecer la penumbra recordará que la vuelta al horario normal tiene sus inconvenientes y genera actualmente muchas críticas en España.
En la madrugada, como aconsejan, a las 03:00 horas los relojes deberán marcar las 02:00 local, en lo que muchos llaman horario de invierno, un cambio cada vez más criticado, aunque inamovible por el momento.
Lo del instante exacto de retrasar una hora los relojes parece más una formalidad científica con visos de tontería, porque al final da lo mismo. El asunto es que este domingo, amaneceremos a oscuras y será menor el tiempo de luz solar.
Será el último domingo de marzo cuando España y Europa en general, aplicarán otra vez el horario de verano, adelantando las manecillas del reloj, algo que tiempo atrás se antojaba más que lógico en aras de ahorrar energía.
Si bien la mayoría de los expertos considera importante mantenerlo, otros creen que para nada beneficia a la salud y, al mismo tiempo, no guarda el mismo sentido en razón de la digitalización de la sociedad y los movimientos en el ciberespacio.
El horario estacional no es algo surgido en la sociedad moderna. Se implantó durante la Primera Guerra Mundial para disminuir el consumo de carbón destinado a la iluminación artificial.
Desde entonces, los gobernantes y especialistas defienden su existencia, apoyados en el ahorro en el consumo energético con un impacto favorable en las economías familiares.
También se critica que, con el horario de verano, cuanto más tarde anochece, la población tiende a tener más vida social, lo que beneficia directamente a los comercios y por tanto el consumo puede ser más intenso.
Empero, en una época que la humanidad batalla contra el calentamiento global de la atmósfera, la naturaleza resulta la gran beneficiada con este cambio. El ahorro económico en las casas y en los negocios reduce la contaminación que generamos al consumir energía.
Cuanta menos energía eléctrica se utiliza, menos CO2 se emite y por consecuencia, se minimizan las emisiones de gases de efecto invernadero, que son las culpables de acelerar el cambio climático.
Hace tres años, la Comisión Europea organizó una consulta pública para conocer la opinión de los ciudadanos europeos. Por amplia mayoría, 80 por ciento de los encuestados (4,6 millones de personas) se pronunció en contra del cambio horario.
Al final, los Estados miembros de la Unión Europea decidieron seguir con el cambio de horario dos veces al año, pese a que en España, por ejemplo, en el mismo 2018 una comisión estuvo a punto de establecer para el territorio nacional el huso horario de Islas Canarias (normal todo el año).
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